Las necesidades de financiamiento del Gobierno crecen con las medidas paliativas que se toman para tratar de limitar el impacto del aislamiento social preventivo y obligatorio que ahora se extenderá hasta el 13 de abril. En ese contexto, el fisco se prepara para tratar de renovar vencimientos a través de 5 licitaciones durante el mes que viene. Para la primera de esas emisiones ya se agenció la colaboración de la Anses, que colocará $13.000 millones a 5 meses de plazo y USD 59 millones a un año, informó hoy el Boletín Oficial. A través de la Resolución Conjunta 22/2020 publicada hoy en el Boletín Oficial, las secretarías de Finanzas y Hacienda del Ministerio de Economía remarcaron que “en el marco de la programación financiera para este ejercicio se ha acordado con las autoridades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), la suscripción de Letras del Tesoro intransferibles en Pesos a ciento cincuenta y dos (152) días de plazo, y en dólares estadounidenses a trescientos sesenta y cinco (365) días de plazo”.
En ese contexto, la cartera conducida por el ministro Martín Guzmán dispuso la colocación de hasta $13.551.623.875 en Letras del Tesoro en Pesos a tasa Badlar bancos privados más 582 puntos básicos, con fecha de emisión el 1º de abril y vencimiento el 31 de agosto. En el marco de la programación financiera para este ejercicio se ha acordado con las autoridades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), la suscripción de Letras del Tesoro intransferibles en Pesos a ciento cincuenta y dos (152) días de plazo, y en dólares estadounidenses a trescientos sesenta y cinco (365) días de plazo. La misma disposición autoriza la colocación de Letras del Tesoro USD 59.276.194 con vencimiento el 1º de abril de 2021. Se trata de una colocación directa, sin licitación y a la par. En la resolución se establece además que los papeles colocados a la Anses serán intransferibles y no tendrán cotización en los mercados de valores locales e internacionales, con lo cual el ente previsional no podrá salir a venderlos al mercado secundario en caso de necesitar liquidez durante el período de vida de estas nuevas emisiones.
El 27 de marzo pasado, como consecuencia de las nuevas necesidades del fisco ante el intento de control de la pandemia, la Decisión Administrativa 443 autorizó en términos netos un aumento del gasto total autorizado a gastar en 2020 por $55.850 millones, pese a que disponen de recursos adicionales por apenas $222 millones. La decisión estableció diferencia se cubrirá con “fuentes financieras” -endeudamiento- de la Tesorería General de la Nación, operaciones como las que oficializa hoy el Gobierno. El 27 de marzo pasado, como consecuencia de las nuevas necesidades del fisco ante el intento de control de la pandemia, el Gobierno autorizó en términos netos un aumento del gasto total autorizado a gastar en 2020 por $55.850 millones. Con déficit primario y financiero, Economía necesita de cada colocación de deuda para limitar lo más posible la emisión monetaria para cubrir gasto.
En lo que va de marzo -con datos al día 20- la base monetaria creció $308.265 millones como resultado de la liberación de liquidez que los bancos tenían colocada en Leliq ($103.000 millones), en pases pasivos ($66.000 millones) y adelantos transitorios (préstamos del Banco Central al sector público que implican emisión monetaria, por $125.000 millones) entre los principales factores de expansión monetaria. Supone un crecimiento de la cantidad de dinero en la economía del 16,57% respecto del promedio de febrero en sólo 20 días. Esa inyección de pesos sigue a un aumento del 20% en noviembre y del 14% en diciembre, los períodos con mayor necesidad de pesos por parte del Tesoro y de mayor demanda de dinero en la economía. Luego del crecimiento de la cantidad de dinero en circulación de fin de año, en enero hubo una contracción de apenas 10% y en febrero se mantuvo prácticamente estable. La nueva expansión monetaria llega en una parte del año que, estacionalmente, suele mostrar una reducción de la demanda de dinero. Aunque, confían en el Gobierno, la particularidad de la situación de pandemia y el parate económico que genera alteraría las condiciones estacionales de la demanda de dinero.
